Conferencia online abierta al público organizada por el Departamento de Estudios de Psicoanálisis en las Instituciones de la Sección Clínica de Madrid (Nucep).
Dos preguntas a Geneviève Cloutour-Monribot
Geneviève Cloutour-Monribot es Psicoanalista miembro de la ECF y Directora del CPCT “Rive droite” de Burdeos.
Dentro de unos días nos encontraremos por videotransmisión con Genevieve Clotour-Monribot para trabajar sobre una cuestión candente, paradigmática de nuestra época, “la elección del género” en niños y adolescentes. Para enmarcar esta conversación les hacemos llegar esta breve entrevista.
1. La denominada «elección del género» en niños y adolescentes es tema de gran actualidad que interroga a todo el mundo, para empezar a los niños y adolescentes, a sus familiares y allegados; también a los «poderes públicos» y por supuesto a los psicoanalistas. Desde vuestra experiencia en el «CPCT rive gauche» de Burdeos, ¿hay una demanda dirigida al psicoanálisis por parte de los sujetos, las familias…
2. La opinión pública en Francia, ¿cómo se orienta ante esta problemática?
Lo que está en juego no es un asunto entre Francia y España, ni entre viejos y jóvenes, sino entre el sujeto y el parlêtre.
En efecto, me ha impresionado el hecho de que los adolescentes que vemos en el CPCT no estén divididos por el género y las prácticas sexuales.
Me pregunto por qué.
Para estar dividido es necesario estar en posición subjetiva, es decir en posición de sujeto dividido. Y en efecto, un sujeto dividido, S/, tiene que vérselas con las fórmulas de la sexuación que organizan el género-hombre o mujer- en función de una posición frente a la función fálica.
El ejemplo tipo era la histérica y su pregunta fundamental: ¿soy hombre o mujer?
Me parece que hoy las cosas han cambiado.
En efecto, hoy día los problemas que hacen que los adolescentes vengan a consultar, bien en la consulta o en el CPCT, testimonian más de un malestar inherente al parlêtre que de un malestar inherente al sujeto.
Por esta razón encontramos hoy pocos síntomas en el sentido freudiano del término y todavía menos de división en el sentido lacaniano del término. Los malestares son confusos, no tienen forma, y a veces no generan ninguna queja, es decir ninguna demanda.
Tampoco la cuestión del género escapa a esta nueva distribución: sólo en contadas ocasiones es un motivo de queja. Es verdad que hay excepciones, tanto del lado de la neurosis como del lado de la psicosis, pero en general las posturas de género, cualesquiera sean, no son motivo de consulta. Normalmente se afirman y se asumen sin angustia ni vergüenza.
Es cierto que con frecuencia se escucha un cuestionamiento de las identificaciones: “no soy cómo mi madre, o como mi padre”, pero estas referencias edípicas no tienen que ver con una organización de los goces organizados por tal complejo. Hay incluso un intento de escapar al binarismo de las fórmulas de la sexuación a cuyas humillantes condiciones el parlêtre ya no siempre se somete.
Eric Laurent en este intento de escapar al binarismo ha señalado la emergencia contemporánea de lo que ha llamado el unarismo. El paradigma del unarismo sería la sexuación femenina en tanto que excede a la significación fálica, más allá del registro significante y de toda representación.
Es esta la razón por la que P.B. Preciado terminó por concluir, en su intervención en las J49 de la ECF, que cualquier categorización del género es una prisión. En este sentido es lacaniano puesto que el significante es siempre mentiroso y no dice nada del goce en juego.
Al respecto, los modos de gozar desplegados de los géneros contemporáneos tienen en común con el goce femenino el rasgo siguiente: el significado de la experiencia corporal vivida (de goce) no se conecta ya con el significante.
Esta es la razón por la que hoy día el malestar de los jóvenes adolescentes está raramente conectado a su sexuación: homo, hetero, trans, no sex, etc.
Por consiguiente, la pregunta que nos hacemos en los tratamientos breves es la siguiente: ¿Hay que reorientar la dirección del tratamiento hacia un cuestionamiento que puede terminar en fracaso (no llevarnos a ninguna parte) en la medida en que, como lo señala Eric Laurent, los jóvenes testimonian más bien de una “posición desértica de goce» (1), desértica en términos de elaboración significante.
Es también por lo que esas modalidades de goce no hacen síntoma: no tienen su origen como en otro tiempo en una falta de goce sino en un exceso de goce. El aparato de represión ya no funciona, es por lo que las modalidades de goce en cuanto al género no hacen síntoma, pero pueden contribuir a la angustia del parlêtre.
Por esta vía podemos intentar dar cuenta de nuestra experiencia en el CPCT, incluyendo ahí los interrogantes planteados por la elección de género.
(1) Eric Laurent., «Éric Laurent comenta la presentación de Sonia Chiriaco», Mental 29, p.97.
Traducción de: Azucena Bombín Martínez
CONFERENCIA ABIERTA AL PÚBLICO
La conferencia se celebró el pasado 9 de mayo 2020 en formato online, con una participación de más de 180 personas de todo el mundo.
3 respuestas
Hola. Estoy matriculada en el Seminario del Campo Freudiano de otra ciudad.
Debo pagar la cuota?
Un saludo
Hola Charo, solo los inscritos en el Departamento de Estudios de Psicoanálisis en las Instituciones de Madrid en este curso están exentos de pagar la cuota.
Un saludo
Cuando Preciado dice que “cualquier categorización del género es una prisión”, esta afirmación está incluida en lo que el dice. Es una categorización, también.
Categoriza las categorizaciones.
La única manera de escapar de esto es tener en cuenta que la posición de Preciado es un resultado de su análisis.
Como fue el comentario de Miller a Patricia y Gil Caroz, según nos comentaron en Israel.
Esto lo he publicado también en “La Libertad de Pluma”.