CICLO DE DEBATES 2020-2021
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Con motivo del 20º aniversario de su fundación, la Sección Clínica de Madrid (Nucep) organizó esta serie de encuentros y debates a lo largo de este curso académico 2020-2021 con el tema general: “La vigencia del psicoanálisis, 20 años después”.
El inconsciente es un concepto ligado al psicoanálisis desde su comienzo. La existencia de procesos psíquicos “inconscientes” fue la hipótesis freudiana para explicar no solo los síntomas psíquicos sino toda una serie de fenómenos de la vida cotidiana, como los sueños, los lapsus, los actos fallidos, los olvidos indeseados, a los que no podía dar explicación ni por medio de procesos neurológicos, ni mucho menos por medio de procesos psíquicos conscientes. La sensibilidad freudiana encontró dos vías en las que “lo inconsciente” era captado. Por un lado, el trabajo del lenguaje que generaban. Por otro lado, su relación con la sexualidad y con experiencias en el cuerpo que no lograban ser integradas por el sujeto.
Lacan tomó estas dos vías llevándolas más allá. Subrayó la relación entre inconsciente y lenguaje con su máxima “El inconsciente está estructurado como un lenguaje” y orientó una lectura a la letra de la relación del sujeto con el significante. Por otro lado, fue dando forma conceptual a todo lo que tenía que ver con experiencias en el cuerpo que sobrepasaban al sujeto del lenguaje hasta inaugurar el campo del goce.
El trabajo analítico se sigue moviendo hoy en día en ese litoral que caracteriza la existencia humana entre la relación con el lenguaje de la que nunca llegamos a ser dueños y los efectos sintomáticos en nuestro cuerpo de los que resulta difícil dar cuenta. El psicoanalista se presta a que quien lo desee pueda extraer un saber del inconsciente acerca del malestar que padece para encontrar así un modo de hacer con esos obstáculos que en ocasiones se le vuelven insuperables, sin retroceder ante la demanda de aquellos sujetos que presentan dificultades en su relación con el inconsciente y el lenguaje.
Psicoanalista, AME y miembro de la AMP, docente de la Sección Clínica de Madrid (Nucep).
Psicoanalista, miembro de la ELP , de la AMP, docente de la Sección Clínica de Madrid (Nucep) y Catedrática de Filosofía.
Psicoanalista. Miembro de la ELP y de la AMP (Asociación Mundial de Psicoanálisis). Encargada de curso en la Sección Clínica de Madrid (Nucep).
ALEA JACTA EST, (la suerte está echada), es la célebre frase pronunciada por César al atravesar el río Rubicón, que señalaba el límite entre la Galia e Italia, y que según la ley Romana ningún gobernador provincial podía atravesar con sus tropas, so pena de ser declarado enemigo público. Con esa decisión Cesar dio comienzo a una guerra civil que sería el principio del fin de a República romana.
Esta decisión es considerada por Jaques Lacan como el paradigma del acto, en el momento de dar a luz su noción de acto psicoanalítico en el año 1967. Una extraña pareja de términos que implica profundamente al sujeto, pues este sujeto, en el psicoanálisis, es puesto en acto.
Hay acto en el principio del análisis, cuando se franquea su umbral, hay acto cuando se decide su conclusión. Hay acto cuando alguien se instituye como psicoanalista.
¿Cuál es el acta de nacimiento del Psicoanálisis?, ¿la interpretación es un acto?, ¿el silencio es un acto? Son algunas de las preguntas que Lacan se formula. Lo cierto es que un acto transforma al sujeto, no será el mismo antes y después del acto.
Que el inconsciente sólo pueda ser captado en la experiencia de un análisis a través de la interpretación, es porque se trata de un saber respecto del cual el sujeto está indeterminado. En el acto, por el contrario, el sujeto realiza su certeza, liberándose de los efectos del significante para ser, para hacer.
En el análisis es el analista el que hace el acto, pero su acto no es previsible, no es imitable, y solo a posteriori podremos valorar sus efectos, los cambios que se han podido producir.
¿Qué especificidad puede tomar el acto analítico en la contemporaneidad, cuando las condiciones del ejercicio del psicoanálisis no son ya las mismas, cuando los síntomas tampoco son los mismos, cuando los sujetos han perdido las brújulas de la tradición y los imperativos de goce se extienden como reguero de pólvora?
Sobre estas preguntas conversamos en este debate el pasado mes de abril.
Vigencia del psicoanálisis: clínica del ser hablante
Vigencia del psicoanálisis: las sesiones lacanianas
El acto analítico en la contemporaneidad
En este segundo debate, celebrado el 25 de septiembre de 2020, nos interesa interrogar el comienzo de un análisis. ¿Cuándo comienza? ¿Cómo comienza? ¿Puede hacer algo el analista para favorecer su inicio?
Ya el plural del título nos habla de una multiplicidad de formas de inicio que, sin embargo, se acompañan de una constante. Así como el final está marcado por una satisfacción nueva, el inicio necesariamente deviene de un síntoma -algo que no va- que lleva a un sujeto a levantar el teléfono y hacer una demanda a quien supone que lo puede ayudar. La demanda se sostiene en un malestar, una crisis, una desestabilización o una pregunta que se formula el propio sujeto y que puede abrir la experiencia del inconsciente. Es necesaria la presencia de un síntoma, una piedra en el zapato, que se pondrá en palabras en las primeras entrevistas. Es en ellas donde el analista pescará los significantes preponderantes de la vida del sujeto orientando la cura hacia lo real del síntoma, hacia su insoportable por fuera del sentido. Esto es lo que permitirá que la transferencia se instale y el sujeto se ponga al trabajo.
Comienzos de análisis
Comienzos de análisis
Las entrevistas preliminares
Desde el descubrimiento freudiano del inconsciente a la época actual se han producido grandes cambios en el lazo social, la subjetividad y el malestar en la cultura. Lacan renovó la teoría freudiana para poder orientar la clínica en una perspectiva ética que va más allá de su vertiente terapéutica. Al mismo tiempo, hizo existir el psicoanálisis como una práctica y un discurso que respondiera a los nuevos desafíos e impasses del malestar en la civilización. La vigencia del psicoanálisis también se pone a prueba en su capacidad para poder leer e interpretar los nuevos fenómenos contemporáneos y la subjetividad de la época.
El ciclo dio comienzo el 15 de julio 2020 con este primer encuentro en el que participaron los coordinadores de la Sección Clínica de Madrid (Nucep) que han ejercido su función desde su creación hasta la actualidad.
Vigencia del psicoanálisis hoy, 20 años después
La radicalidad subversiva de la práctica clínica
La vigencia del psicoanálisis 20 años después
El porvenir del psicoanálisis
Clínica de la actualidad, actualidad de la clínica