Trabajo de fin de Tétrada
Simón Delgado
Este trabajo intenta poner en conexión el goce femenino y la experiencia mística, tal como es entendida por Lacan en su corpus teórico. Una primera consideración es que el goce femenino es un goce no localizado, sin medida, sin límite, sin representación, donde existe o se da el “todavía” y el “más”. Este goce es diferente del goce fálico, que es un goce localizado y con medida; y lo es, también, del goce histérico, del masoquista, del pulsional, que, a su vez, es fragmentado y localizado en las zonas erógenas, y del místico. Para la cuestión segunda referida a la mística tomamos como punto de partida y de referencia el libro de Michel De Certeau “La fábula mística”. Una de las razones para esta opción es la conocida cercanía de este autor con el movimiento lacaniano y con el propio Lacan, ya que estuvo 17 años en la Escuela Freudiana de París y fue uno de sus cofundadores. Sobre este tema podemos decir que Lacan no solo contó con la proximidad de Certeau, sino que tuvo un hermano religioso en la Orden de los Benedictinos y que, entre sus analizantes, se encuentra una mística: Marie de la Trinité. Muy probablemente alguno de ellos o todos ellos influyeron en la concepción que llegó a tener Lacan sobre la experiencia mística.