Tercera sesión del Ciclo «El Psicoanálisis Aplicado en las Instituciones»
Sábado 18 de junio 2018
Intervienen Ivana Maffrand (CPA Madrid), Manuel Fernández Blanco (CCF Coruña), Ana Castaño (CSM Moratalaz).
J. A. Miller introdujo una orientación en la Conversación Clínica que tuvo lugar en Barcelona en febrero de 2005 que vino a nombrarse “Teoría de los ciclos”.
Su idea rompe con la idea de un trayecto lineal en un análisis. La figura topológica del toro serviría para ilustrar este planteamiento que Miller enuncia de la forma siguiente:
“Estoy a favor de continuar,, de buscar, de trabajar, de explorar esta dimensión de nuestra práctica y recopilar estos casos de curas breves, auténticas y completas a su manera.Lacan dice que no es de una sola vez que se hace el trayecto, lo dice en la Proposición de 1967 y lo dice también en el Seminario XI. Se siente en un análisis que hay ciclos. (…) me gustan esas curas. (…) Lacan tiene la idea de que los análisis se terminan, esas son cosas preciosas (se refiere aquí a los asuntos de los que se viene hablando en la conversación) porque demuestran el carácter finito de la experiencia, aunque sea solamente de un ciclo” (1).
Así, Miller plantea que un análisis, lejos de ser un recorrido lineal, es una sucesión de ciclos. El sujeto pasa diversas veces por un mismo punto. “Cada uno de estos ciclos, incluido el inicial, tiene en sí mismo su lógica y su estructura” (2).
Esto es algo que podemos comprobar en el recorrido que realizan algunos de los sujetos que pasan por el CPA.
Podemos extraer del mismo una lógica en cada caso, en la que cumple una función fundamental la concepción que tengamos del síntoma con el que el sujeto llega, tal como explica bien M. Bassols: “el síntoma, siguiendo a Freud, no es una inadaptación del sujeto a la realidad, sino que es una construcción del sujeto para adaptarse a una realidad que es conflictiva y siempre será conflictiva. Se deberá pensar el síntoma como una función pulsional del sujeto que deberá reconvertirse en distintas formaciones para ver de qué manera puede cumplir esa función sin el costo de sufrimiento que implicaba para el sujeto. En esta lógica, el síntoma es antes un intento de solución que el problema mismo, ya que tiene función restitutiva, incluso de suplencia en la realidad del sujeto. Para ver esto, hay que introducir este síntoma en la lógica de la transferencia. Solo es en la transferencia donde el síntoma aparece en su verdadera estructura pulsional de retorno, de satisfacción sustitutiva para el sujeto”. “La concepción cíclica –vamos a llamarla así-se deriva del concepto freudiano de pulsión tal como Lacan lo formaliza, en la forma de un ciclo, o en la forma de un bucle”. (2)
Alrededor de estas y otras cuestiones, en torno a la particularidad que toman estos conceptos: síntoma, transferencia, repetición, satisfacción,… en las condiciones de tiempo limitado y gratuidad que son las del dispositivo CPA Madrid y a partir de los textos que se presentarán nos pondremos al trabajo el sábado próximo, día 18, en el tercer encuentroorganizado por el NUCEP y el CPA Madrid. Os esperamos.
Ivana Maffrand.
Referencias bibliográficas
- Miller, J.A. y otros. Efectos terapéuticos rápidos. Ed. Paidós. Pp 91, 94.
- Bassols, M. Finales de análisis. Ed. Pomaire. Pp. 31-33.