XIII Conversación Clínica del ICF
«Fragmentos de real en las curas de neurosis»
Barcelona, 2 y 3 de Marzo de 2013
Con la participación de Jacques-Alain Miller
Tal vez un desencuentro, ya sea en el amor como en el odio, que ha provocado la angustia y la división más íntima del sujeto. Tal vez una pérdida que se le ha mostrado irreparable, imposible de sustituir por nada más en la vida y que ha abierto un agujero en su sentido, traumático desde entonces. O tal vez la caída de un ideal largamente conservado, pero también la desilusión que acompaña a veces su realización tan esperada, y la tristeza que sobreviene después, tan insólita como inmotivada. O también la repetición de un malestar que vuelve a presentarse de la manera más inoportuna allí donde menos cabía suponerlo y que alcanza entonces la condición de síntoma. Son formas en las que algo de lo real se presenta para el sujeto que llega a la consulta del psicoanalista.
¿Se trataría de trastornos determinados por un desarreglo del individuo con la realidad, ya se entienda este individuo como su organismo o como su mente? La categoría de lo real que orienta desde la enseñanza de Jacques Lacan la experiencia del psicoanálisis surge precisamente de considerar estas nociones como absolutamente insuficientes para dar cuenta de los malestares que motivan una demanda de tratamiento. Lo real no es uno, se presenta siempre de modo fragmentado e inapresable en la red que llamamos realidad. Lo real no está determinado como podría hacer suponer una ley de causalidad demasiado simplificada. Más bien indeterminado, es como un imposible lógico como Jacques Lacan lo aisló para mostrar su anudamiento con lo simbólico y lo imaginario: es aquello que no cesa de noescribirse en ellos, de norepresentarse en la experiencia y en el discurso del sujeto.
Los fragmentos de real que orientan un análisis solo podrán aparecer y abordarse entonces a través de encuentros sucesivos con algo contingente, con lo que cesa de no escribirse. El encuentro princeps con lo contingente es, precisamente, lo que el psicoanálisis descubrió como la transferencia y que llegó a definir el campo propio de las llamadas “neurosis de transferencia”. Y es así como los fragmentos de real podrán ordenarse en una cadena que debe mostrar entonces, caso por caso, sus propias leyes.
Nuestra próxima Conversación Clínica del ICF nos convoca así a hacer de estos fragmentos de real un motivo de enseñanza clínica en el estudio de cada caso presentado.