La Institución Educativa, desde siempre, ha constituido un lugar primordial para que el malestar inherente a la condición humana encuentre la manera singular de inventar su vínculo con los demás, con el conocimiento y con la época en la que vive.
La pedagogía plantea distintos tipos de conocimiento. Mientras el conocimiento explícito es aquello que puede ser articulado, codificado y almacenado en algún tipo de medio, el conocimiento tácito es aquel que sólo se obtiene con la experiencia, que se utiliza de forma intuitiva e inconsciente y se caracteriza por ser personal y contextual.
Este año en el GIPE investigaremos sobre como el inconsciente se pone en juego como motor en el aula. Tanto para el profesor como para el alumno, el inconsciente se puede convertir en un recurso de enorme potencial.
Tomaremos como foco principal la tendencia pedagógica actual hacia el aprendizaje por Competencias. Haremos una revisión crítica de esta tendencia.
¿Cómo abordar esto en un momento histórico donde los sujetos no se hacen preguntas? o peor, se las hacen al ChatGPT. ¿Cuál sería la invención que permitiría al alumno transitar por la institución educativa y por la vida, de manera que no se haga de la excepción más singular un acto de exclusión?
¿De qué manera generar el buen encuentro con un alumno que tiene arreglos que son tan diferentes a los arreglos del ideal de cada profesional de la educación?
El instrumento que utilizamos para investigar en el GIPE es la conversación. Siendo el aula uno de los pocos lugares que mantienen la presencia, ¿cómo los profesionales del mundo educativo pueden intervenir con su acto?
Proponemos el GIPE como un lugar de investigación con practicantes del psicoanálisis y profesionales de la educación: profesores de primaria, profesores de secundaria, orientadores, directivos de centros y responsables de AMPAs. Un lugar de encuentro entre la práctica psicoanalítica y la práctica educativa.