“Enseñar no es transferir conocimiento,
es crear las posibilidades para producirlo.
Quien se atreva a enseñar
nunca debe dejar de aprender”
Paulo Freire
En “Introducción al método psicoanalítico” Freud nos dice: “el pedagogo trabaja con un material que le ofrece plasticidad que es asequible a toda impresión y se impondrá la obligación de no formar esa joven vida anímica según sus personales ideales, sino más bien según las predisposiciones adheridas al objeto, porque el sujeto ya trae unos previos que son lo que ha vivido sus experiencias, ya hay una posición, hay que ver cómo hacer con eso”.
Se trata de que el profesional pueda manejar la distancia entre su ideal y las posibilidades y experiencias del sujeto. En el acto educativo está en juego el sujeto y su singularidad. El docente debe poder aceptar que no sabe previamente hasta dónde y ni de qué manera el sujeto transitará el recorrido que él le ofrece.
¿Cómo el docente puede mantener en su horizonte la acción de soporte e invención educativa, frente a las nuevas modalidades del lazo social que la actualidad determina? ¿De qué manera generar el buen encuentro con un alumno que tiene arreglos que son tan diferentes a los arreglos del ideal de cada uno y que su propia experiencia de vida ha gestado? Ante la experiencia Covid, ¿qué podemos rescatar y preservar?
¿Cómo apostar por sostener la transferencia de trabajo e inventar en esta época de inquietud y desconcierto? Estamos inmersos en un proceso de transformación por lo que hay que sostener la práctica de la experiencia educativa con los medios que sean posibles frente al imposible, acogiendo las nuevas condiciones que posibiliten el vínculo educativo.
El psicoanálisis propone la diversidad, el “uno por uno”, en la medida en que el docente haga valer y sostenga el acto educativo, en su dimensión más contingente ¿Cómo fundar un nuevo lugar que acoja al alumno ante la desorientación en la que pueden perderse actualmente? ¿Cómo sostener la función docente a partir de la experiencia Covid? ¿Cómo instaurar la singularidad frente al empuje a la homogeneización del trabajo en las plataformas digitales?
El instrumento que utilizamos para investigar es la conversación. Frente a los discursos profesionales que apuntan a persuadir, la conversación es un dispositivo en el que reina la improvisación, uno no va a decir lo que sabe. En la conversación no se lee, no se recita, toda la lectura está antes y después se comenta lo leído, de manera que permite pasar de un régimen de funcionamiento de discurso a otro. “Pasar de un tropiezo grande a un tropiezo donde uno no se golpea” (Éric Laurent), intentando un tratamiento de lo que no hay.