Este aforismo lacaniano, que encontramos en el Seminario 10 dedicado a la angustia, describe un recorrido que va del goce al deseo, cuya clave de lectura hallamos en la acción de “condescender”. El vector del movimiento cobra sentido precisamente porque la relación entre el deseo y el goce nunca resulta obvia. Interrogaremos esta frase que presenta cierta tonalidad humanista por el poder que parece otorgar al amor en el discurso de Lacan para pensarla en el marco del difícil escenario histórico que nos hemos construido los seres hablantes y más allá de las estructuras clínicas. Nos preguntamos, asimismo, por la articulación o anudamiento posibles entre los tres términos que introduce el aforismo y por los obstáculos con los que tropieza la experiencia de condescender al deseo en la época del Discurso capitalista en la que el Otro ya no interviene como instancia reguladora.
Departamento de Estudios
2023-2024
Psicoanálisis en las instituciones (DEPI)
Esfuerzos de poesía