A cargo de Ricardo Seldes
Organizada por el Departamento de Estudios de Psicoanálisis en Instituciones de la Sección Clínica de Madrid (Nucep).
Urgencias subjetivas, urgencia del parlêtre. Sobre la clínica en PAUSA
El viernes 11 de marzo 2022, a las 20 horas, conectaremos con Ricardo Seldes, para un nuevo encuentro de trabajo del DEPI, Departamento de estudios sobre el Psicoanálisis en la Instituciones de la Sección Clínica de Madrid (Nucep).
Ricardo Seldes es psicoanalista en Buenos Aires, miembro AME de la EOL y la AMP. Docente del Instituto Clínico de Buenos Aires. Docente de la Maestría en Clínica psicoanalítica del IDAES- UNSAM. Fundador de P.A.U.S.A. -Psicoanálisis Aplicado a las Urgencias subjetivas de la actualidad-, dispositivo del que es director actualmente.
Como a nuestros anteriores invitados, le hemos preguntado dos cuestiones para comenzar nuestro trabajo.
Coordina: Andrés Borderías (CPA Madrid ) y Araceli Fuentes (CPA Madrid)
Preguntas a Ricardo Seldes
P: La primera cuestión es sobre Pausa. ¿Puedes contarnos cómo surgió, cual es su objetivo, su orientación?
En el año 2005 la EOL y el ICdeBA decidieron crear PAUSA (Psicoanálisis Aplicado a las Urgencias Subjetivas de la Actualidad).
Su objetivo: tener una incidencia social con la oferta de psicoanálisis en una población que por diferentes motivos no tiene la oportunidad de plantear su sufrimiento psíquico, ubicar sus síntomas, en un tratamiento analítico.
La oferta, con cuatro consultorios en un local reservado para este fin, provocó una demanda creciente a lo largo del tiempo y PAUSA es hoy un Centro reconocido en la Ciudad de Buenos Aires en donde se atiende a más de 1200 pacientes por año.
La idea de un Centro de atención de las Urgencias surgió en la época en la que comenzaron a construirse los CPCT en diversos lugares de nuestra comunidad. Fue a partir de una serie de conversaciones que tuvimos con la Delegada General de la AMP que surgió la posibilidad de concretar un trabajo asistencial, de investigación y docencia sobre las Urgencias Subjetivas, que retomaría la experiencia realizada con un grupo de colegas analistas y psiquiatras formados en la orientación lacaniana a finales de los años 80 en el servicio de Salud Mental de un Hospital de los suburbios de Buenos Aires.
Si bien existe en Argentina una larga tradición psicoanalítica en Instituciones, Guardias en los hospitales, Centros de Salud y servicios en hospitales, la orientación “diferenciada” de PAUSA apuntó a una experiencia en la que no se trata solamente de los resultados terapéuticos (necesarios en tratamientos de no mas de 4 meses de duración) sino que por estar articulada a la Escuela y al Instituto pone en consideración en qué dicha práctica es efectivamente analítica, es decir hacer de ella una práctica esclarecida y de qué manera el psicoanálisis aplicado puede también ayudar a esclarecer al psicoanálisis puro para contribuir a los efectos de formación de los analistas concernidos.
P: La segunda cuestión es sobre la clínica del parletre en Pausa. Esta perspectiva ¿ha cambiado en algo vuestro trabajo?
Mi respuesta a esta pregunta es sí y es no. Quizás la respuesta por el sí es que una de las orientaciones que tuvimos durante la preparación del Equipo de Urgencias en el Hospital fue una excelente conversación con Eric Laurent en donde alcanzamos a definir la urgencia como ruptura aguda de la cadena significante, lo que nos permitió intervenir psicoanalíticamente tanto en las neurosis como en las psicosis.
Y digo no, porque el trabajo con el curso de J-A Miller “Los signos del Goce” nos abrió la perspectiva de interrogarnos de entrada por las derivas del goce y los arreglos posibles.
Es verdad que en el transcurso de los últimos años hemos interrogado los conceptos que influyen en nuestra práctica de cada día con la ultimísima enseñanza, y nos sostenemos clínicamente en una experiencia que nos habilita a ampliar nuestros horizontes, repensar los casos en donde lo real se nos hace patente como equipo de trabajo y en los síntomas que se producen en la misma institución.
De algún modo, casi sin notarlo, hemos anudado en la urgencia la enseñanza de Lacan (primera y última), con la de Miller para asegurar que no hay psicoanálisis en el que no se trate la urgencia.