A partir de 1920, y con el giro introducido por el concepto de pulsión de muerte, Freud inicia una reelaboración de toda su teoría que también tendrá consecuencias en la práctica clínica. El trauma recobra una importancia en la causalidad del sujeto y de la historia social. La angustia recibe una nueva definición. La femineidad se convierte en un asunto crucial. El múltiple interés del psicoanálisis y su papel en la cultura llevan a Freud por derroteros que incluyen, pero a la vez traspasan, el marco de la experiencia singular de un análisis. “El ultimísimo Freud” es una paráfrasis del título de un curso de Jacques-Alain Miller, en el que aborda la etapa final del pensamiento lacaniano. Del mismo modo, en este año el módulo intentará revisar el esfuerzo de Freud, en las postrimerías de su vida, por afinar y reconfigurar algunos de sus conceptos fundamentales.
Tomaremos como referencia bibliográfica para leer en profundidad su obra cúlmen El malestar en la cultura (1930).
Entre los temas a tratar:
- El lugar de la religión
- El Principio del placer y el Principio de realidad
- La incidencia del discurso de la Ciencia
- El amor al prójimo y la agresividad
- El masoquismo
- El Superyo
- La culpabilidad