Se trata de uno de los grandes textos de Freud donde, en el año 1925, se dispone a tratar unos temas fundamentales para la teoría psicoanalítica.
Quiere distinguir la inhibición del síntoma porque hay casos que presentan inhibición sin síntomas. La inhibición presenta una relación especial con la función y no habla necesariamente de algo patológico. El síntoma continúa siendo pensado y reelaborado por Freud y por Lacan hasta sus últimos seminarios. La angustia es una reacción ante el peligro de la pérdida de la percepción del objeto. Es un proceso de defensa del yo para proteger a éste de las exigencias de los instintos.
Esta triada freudiana permanece vigente vinculada a los nudos hasta el último Lacan.