A cargo de la invitada Daniela Fernández
Organizada por el Departamento de Estudios de Psicoanálisis en Instituciones de la Sección Clínica de Madrid (Nucep).
Clínica del parlêtre en el CPCT “Rue Chabrol”
En la pasada sesión de trabajo del 12 de marzo de 2021, contamos con la participación de Daniela Fernández como invitada. Daniela Fernández participó desde su inicio en el primer CPCT, el CPCT “Rue Chabrol” creado por la ECF en París. En su intervención Daniela dará cuenta de las coordenadas en las que fue creado el CPCT de París, que son correlativas de la clinica del parletre y del retorno a lo real impulsado por Jacques-Alain Miller, apoyándose en un caso y algunas viñetas clínicas.
A continuación, pueden leer esta breve entrevista que Daniela ha tenido la amabilidad de realizar para nosotros.
Daniela Fernández
Daniela Fernández es Psicoanalista. Miembro de la ECF, la EOL, la AMP. Máster en Psicoanálisis, Univ Paris 8. Docente en el Instituto Clínico de Buenos Aires, en la Maestría en Psicoanálisis en la UNSAM, en la Facultad de Psicología de la UBA. Directora de la revista del Icdeba “La Ciudad analítica”.
PREGUNTAS A DANIELA FERNÁNDEZ
P: Daniela, tu estuviste muy implicada en la puesta en marcha del primer CPCT, el CPCT rue Chabrol. ¿Qué aprendiste allí, qué efecto tuvo sobre tu formación?
Partícipe del dispositivo experimental del CPCT de la rue Chabrol, desde que Jacques-Alain Miller lo creó, en 2003, hasta “la crisis” que él mismo puso de manifiesto, en 2009. Los efectos para mi formación analítica fueron múltiples y muy importantes. Tal vez, uno de los mayores haya consistido en empujarme a explorar “la cocina” del analista que, siguiendo a Jacques Lacan, debe “declarar sus razones”. Podemos situar las coordenadas de la creación del CPCT, reconstruyendo el contexto francés del año de su creación en el que arrancó una larga serie de golpes propiciados al psicoanálisis. Pero también podemos ubicar la creación del CPCT como una de las diversas acciones para incentivar el “retorno a la clínica” propulsado por Miller. Mi participación en el CPCT transformó mi modo de formalizar la práctica analítica, me permitió investigar y afinar la difícil disciplina de la construcción de casos en psicoanálisis. Sobre este eje les propongo conversar en nuestro encuentro de marzo.
P: Visto desde el momento actual… ¿No te parece que este dispositivo fue diseñado para la clínica del parletre de nuestra época?
No podría decir que el CPCT fue diseñado “para” la clínica del parlêtre de nuestra época. Lo que puedo decir es que en el CPCT ya tratábamos al parlêtre, aunque teníamos “pendiente saber decirlo”, como lo indica Miller en su texto preparatorio del Congreso de la AMP en Río de Janeiro. La clínica que se deduce del dispositivo experimental del CPCT es la clínica tal como la entiende Lacan en el ’77, la clínica como lo real, en tanto es lo imposible de soportar del goce en el cuerpo. En 16 encuentros, intentábamos leer la marca de fábrica, la respuesta singular de cada parlêtre, su diferencia irreductible respecto de los otros. Esto producía múltiples efectos terapéuticos y también un resto; es con ese “mapa” con lo que el paciente se iba al final del tratamiento, para que con él pudiese seguir jugando su partida. Esta orientación es muy diferente a la del resto de las “parloterapias”. Así pudimos demostrarlo, con numerosos casos, por ejemplo, en la clínica del abuso sexual, en la clínica de la violencia de género, en la clínica del trauma. La construcción del caso Iggy del CPCT nos permitirá demostrar la operatividad de la teoría lacaniana del trauma del ‘75 y su concepción del síntoma como aquello que “ayuda a vivir” al parlêtre.